Comenzó un nuevo mes, que a su vez deja atrás otro para el olvido, por lo menos en cuanto a mercados se refiere. No obstante, es sabido que junio será otra etapa picante, que tendrá los mismos condimentos que mayo: volatilidad y, sobre todo, mucha incertidumbre.
Los ojos de los inversores rara vez se quitarán de Europa, donde la situación política de Grecia -¿se irá del euro finalmente?- y la crisis financiera de España -¿tendrá que ser rescatada?- tendrán en vilo al mundo entero. Al margen de los rumores, no hay certezas.
Sobrarán las noticias en la eurozona: el 10 y 17 de junio se celebrarán las elecciones legislativas en Francia. Esta última fecha, también será relevante en Grecia, donde se llevarán a cabo los comicios presidenciales.
Por si acaso, las autoridades europeas ya se prepararon y tienen en agenda varias cumbres que se harán desde el 22 hasta fin de mes. Es que si finalmente gana la izquierda (el partido Syriza), las chances de que el país abandone al euro son muchas. Pero si, tal como indican los últimos sondeos, se imponen los conservadores (el partido Nueva Democracia), no habría tantos cambios.
En este último caso, entrarían en juego una vez más la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, quienes deberán ponerse de acuerdo y lograr el equilibrio entre crecimiento y ajuste. Menuda tarea.
Por su parte, España seguirá dando de qué hablar. La fortaleza de su sector bancario permanecerá entre signos de interrogación. Los analistas ya se animaron a hablar acerca de la posibilidad de un rescate e incluso sugirieron que el corazón de la crisis que azota a la región efectivamente no está en Grecia, sino en la madre patria.
En tanto, la economía de los Estados Unidos volverá a estar bajo la lupa, sobre todo, si se toma en cuenta la seguidilla de flojos datos que presentó el país en mayo y que en el fondo tienen que ver con la misma pregunta: ¿se viene un QE3? (medidas de inyección de liquidez que instrumentó la Reserva Federal para combatir). Por el momento, no hay comentarios al respecto por parte de la Fed, aunque sí expectativa, especialmente por el retroceso que evidenció el sector laboral el mes pasado, cuando no sólo se crearon menos puestos de trabajo que lo esperado, sino que, además, aumentó levemente la tasa de desempleo a 8,2 por ciento. Habrá que estar atentos a lo que diga la Reserva Federal el miércoles en su Beige Book.
Esta semana aportará más datos útiles para evaluar el desempeño de la economía americana, como los informes de pedidos a fábricas, el ISM no manufacturero, los pedidos de subsidios por desempleo y las cifras de la balanza comercial.
En tanto, los reportes más fuertes, como los de inflación mayorista, minorista y producción industrial saldrán a la luz más adelante, a diferencia de lo que sucede en China, que sí presentará estos reportes en los próximos días, en momentos en los cuales la desaceleración económica del gigante asiático tiene particular incidencia en los mercados.
Por último, la Bolsa local seguirá bailando al ritmo de Wall Street, aunque su contexto tendrá vuelo propio, tal como ocurrió en mayo. El cepo cambiario estará primero en la lista de preocupaciones de los inversores, que siguen renuentes a pesificar sus ahorros. No habrá datos relevantes para la Argentina esta semana, pero sí los habrá a fin de la próxima, especialmente porque saldrá el estimador mensual de la actividad económica de abril, que ya hizo temblar a los cupones atados al crecimiento el mes anterior
Hoy fue una jornada atípica, y con gran expectativa en torno a la divisa norteamericana. Es que todas las miradas estuvieron puestas en el sector cambiario, para saber si el dólar BLUE se acercaba al precio de $ 5.10. Por ahora la realidad demostró que el mercado no convalidó el precio que pretendía Aníbal Fernández, ya que el BLUE registró un volumen muy chico, operando en un acotado rango de entre 5.60 y 5.85.
Dio toda la sensación que los jugadores del mercado se mantuvieron ausentes, dejando lugar solo al chiquitaje. Otro precio de referencia para el dólar lo dejo el Boden 2012 (RG12), que cerró en $ 610 por cada lamina de 100, dejando una leve baja del 0.89%. Y otra referencia fue el dólar cable, que cerró en 6.30, sin variaciones respecto a la jornada del viernes pasado.
El efecto del dólar también se sintió sobre la Bolsa de Comercio, dado que la rueda terminó en baja y con un reducido volumen de negocios. El Índice Merval finalizó la sesión con un leve retroceso del 0.21% para cerrar en los 2.210,41 puntos. El sector energético continua siendo el mas castigado del panel líder. Razones no faltan, dado que la actual política energética viene haciendo estragos sobre las empresas de este sector. La falta de aumentos de tarifas y el constante incremento de costos operativos, hace insostenible la ecuación económico-financiera de estas compañías. Hoy lo peor quedo para EDN –5.47% y PAMP –2.65%. En lo que va de este 2012 EDN acumula una terrible pérdida del 51.10%.
Probablemente otra de las causas de la baja de las energéticas haya sido el derrumbe del 9.91% que sufrió la plaza de Transportadora de Gas del Norte (TGNO4). Recordemos que con buen criterio la Bolsa decidió el viernes suspender la cotización de esta especie a raíz del concurso preventivo presentado por la empresa ante la justicia.
Buena Semana !!! Buenos Negocios !!!